Algunos kilos de más o un sobrepeso sostenido en el tiempo pueden ser la antesala a una obesidad.
Todos los alimentos contienen diversos nutrientes: proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas y minerales. Los tres primeros aportan distintas cantidades de energía que se expresan en kilocalorías. El organismo necesita una cantidad de energía a lo largo del día que, en cada persona, varia en función del peso, la edad, la talla y el ejercicio físico que se realice.
El sobrepeso y la obesidad, en la mayoría de los casos, son consecuencia de un desequilibrio entre las kilocalorías ingeridas y las kilocalorías gastadas. Cuando la energía que se obtiene a través de los alimentos es superior al gasto energético, la que no se utiliza se acumula en forma de grasa. Por lo que las medidas a adoptar para perder peso consistirán en una reducción de la ingesta y en un aumento del gasto energético. Para conseguirlo se requiere una modificación de los hábitos alimentarios y de ejercicio físico.
Además la pérdida de peso tiene que ser lenta y progresiva. Cuando se pierde demasiado rápido es más fácil recuperarlo. En este sentido, un nutricionista es la persona apropiada para asesorar en la instauración de un plan de adelgazamiento personalizado: un tratamiento basado en una dieta hipocalórica y equilibrada, modificando la conducta alimentaria, practicando ejercicio físico y garantizando una pérdida de peso sin riesgos para la salud.
El sobrepeso y la obesidad, en la mayoría de los casos, son consecuencia de un desequilibrio entre las kilocalorías ingeridas y las kilocalorías gastadas. Cuando la energía que se obtiene a través de los alimentos es superior al gasto energético, la que no se utiliza se acumula en forma de grasa. Por lo que las medidas a adoptar para perder peso consistirán en una reducción de la ingesta y en un aumento del gasto energético. Para conseguirlo se requiere una modificación de los hábitos alimentarios y de ejercicio físico.
Además la pérdida de peso tiene que ser lenta y progresiva. Cuando se pierde demasiado rápido es más fácil recuperarlo. En este sentido, un nutricionista es la persona apropiada para asesorar en la instauración de un plan de adelgazamiento personalizado: un tratamiento basado en una dieta hipocalórica y equilibrada, modificando la conducta alimentaria, practicando ejercicio físico y garantizando una pérdida de peso sin riesgos para la salud.
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